MAGNÍFICAT, CUENTA




“Nadie cometió un error mayor que el que no hizo nada porque sólo podía hacer un poco”

     Edmund Burke





El Programa Magníficat nació hace 12 años en los Colegios Marianistas como una apuesta de educación en valores y solidaridad para nuestro alumnado. En el Colegio Amorós lo acogimos en un principio organizando talleres y dinámicas puntuales para los alumnos de 4 de la ESO. Poco a poco fuimos detectando el interés de nuestros alumnos por lo ofrecido, así que decidimos realizar una formación en valores y solidaridad en las aulas dentro de la asignatura de Religión en 1 de Bachillerato. Nuestro sueño, enseñar a todos nuestros alumnos a mirar la realidad con otros ojos, ser solidarios y tolerantes, y ofrecerles de manera extraescolar una experiencia de voluntariado

Materiales Programa Magníficat
Desde entonces, salimos a la calle como voluntarios a participar en esa realidad en la que todos creemos, y a la que todos con nuestra pequeña aportación podemos transformar en más humana. 

En estos 12 años de voluntariado hemos colaborado con distintos centros, desde guarderías y escuelas infantiles, a residencias de ancianos, centros de discapacitados en régimen externo e interno, e incluso, durante unos años, creamos nuestra propia escuela de apoyo  para ayudar a crecer a nuestros alumnos de cursos inferiores. Nuestra colaboración con los centros es semanal a lo largo del curso escolar, realizando también colaboraciones puntuales como: entregas de regalos en Navidad, las campañas del banco de alimentos o campos de trabajo y campamentos en periodos de vacaciones. Contamos con el apoyo de voluntarios adultos, antiguos alumnos, personal de los centros a los que acudimos, familias y profesores del colegio que nos acompañan en nuestra labor ofreciéndonos su apoyo si encontramos dificultades. 

Colaboración en las recogidas del Banco Alimentos.
 Carrefour de Aluche

En estos años, hemos aprendido, en cada proyecto al que vamos, como mirar a los que allí visitamos, a acompañarlos, atenderlos, pasearlos, jugar con ellos, aliviarlos en su día a día, a veces tan monótono cuando uno está enfermo o solo… Hemos llevado nuestro ruido y alegría, nuestros problemas de jóvenes adolescentes, nuestra ilusión de futuro, nuestro tiempo… 




Y nos hemos llevado tantas y tantas cosas en nuestra mochila, 
¡qué es imposible dejarlas escritas en un solo mensaje! 


Y aún nos queda tanto camino por andar,
tantas cosas por compartir,
 tanto tiempo y alegría que regalar.
Muchos hemos vivido Magníficat a lo largo de estos años,
 muchos seguiremos viviéndolo...

GRACIAS a todos los que lo habéis hecho posible, 
y a todos los que continuaremos haciéndolo.

María González, responsable programa Magníficat,
profesora y antigua alumna del colegio Amorós.


Decía Camilo José Cela: “La más noble función de un escritor es dar testimonio, como acta notarial y como fiel cronista, del tiempo que le ha tocado vivir”. Nosotros no somos escritores, pero queremos dar testimonio de lo que hemos vivido, queremos compartirlo con los lectores en el año que celebramos el 75 aniversario del Colegio, porque el COMPROMISO CUENTA, y mucho, en nuestro Proyecto.

Febrero 2018 encuentro voluntarios en el Instituto Fundación San José (Hnos. San Juan de Dios) 
con los responsables de voluntariado del centro.

”Me ha encantado ver que nos extrañaban, y por las pequeñas cosas que hacías ellos te mostraban todo su cariño, ojala más gente les preguntasen: “¿Que necesitas?
Juan José Levano, 1 Bachillerato 

”Me ha parecido una experiencia muy buena y reconfortante que considero que todo el mundo debería de realizar por lo menos una vez en la vida. La gente se piensa que hacer voluntariado es perder el tiempo, pero no, es todo lo contrario, te lo pasas genial con ellos. Con lo que me quedo del voluntariado es que los días que falto porque no puedo ir, siempre me mandan un mensaje de apoyo”. 
Nacho izquierdo, 1 Bachillerato

Alumnos voluntarios  tras la "Ceremonia de Envío" en el curso 2018/19


”El voluntariado es, sin lugar a dudas, una experiencia gratificante en la que todos salimos ganando (niños, voluntarios...). En concreto, mi experiencia la viví en una ludoteca de Pan Bendito con niños de 1° y 2° de Primaria. Eran clases de refuerzo de Lengua y Matemáticas, y les ayudábamos, sobre todo, en lectura y escritura, aunque también hacíamos actividades más lúdicas con ellos. Recuerdo que íbamos los lunes por la tarde y, cuando llegábamos al centro, los niños nos recibían con una alegría inmensa y con una sonrisa en la cara que lo recordaré siempre”. 

Beatriz Morcuende, voluntaria acompañante. 


”¿Cómo me transformó a mi Magníficat? Viendo a chicos y chicas interaccionar con un amor y un cariño que no se les supone, con gente con una realidad completamente diferente a la suya. En esos encuentros, descubría Dios se hacia presente”.
Miguel Ángel Rius, voluntario acompañante. 


”El proyecto nos ha demostrado que es mejor gastar tu tiempo en ayudar a los demás que en pesar en ti mismo y aunque parezca una acción sin importancia tiene repercusiones importantes y es gratificante”. 
Laura Lozano y Beatriz Nieto, 2 Bachillerato 

”Gracias al colegio pude vivir la experiencia del voluntariado. Magníficat ofrecía la posibilidad de hacer voluntariado en el Instituto Fundación San José con chicas y chicos con discapacidad intelectual. Personalmente, el voluntariado fue muy satisfactorio. Ir un par de horas a la semana a hablar con ellos, jugar a juegos de mesa, o simplemente estar allí, a su lado, haciéndoles ver que son importantes, que no están solos. Muchos de ellos no tienen familia, y nosotros somos su válvula de escape, somos a quienes cuentan sus problemas, sus preocupaciones, somos con los que comparten su vida. Llegas a ser muy importante en sus vidas, igual que ellos en la tuya. Recomiendo a todos aquellos que puedan hacer un voluntariado que se animen, que vayas un día y compartan un rato con ellos. Volverán” .
Emiliano Colmenero, 2 Bachillerato 

Reyes Magos Navidad 2017. Centro de Educación Especial Ponce de León.
”Nosotros fuimos al centro de San Juan de Dios a visitar personas con epilepsia. Cuando nos propusieron la idea a Pablo le gustó y me acabo convenciendo. La primera impresión nos chocó pero poco a poco nos fuimos acostumbrando y acabo siendo una experiencia grata. Poco a poco fuimos cogiendo confianza con la gente y llegamos a aprender de ellos y de muchas de sus historias. Ha sido una experiencia que recomendamos hacer por lo menos una vez en la vida porque es muy gratificante” .
Pablo Izquierdo y Eduardo González, 2 Bachillerato 

”Gracias al Proyecto Magníficat empecé a ir a la escuela de la paz, allí ayudamos a los niños de pan bendito. Me sorprendió las situaciones tan duras y difíciles que vivían muchas familias a solo una parada de metro de mi casa. Me quedé impactada y empecé a ir todos los sábados. Lo que me hace seguir es el cariño que enseguida te dan los niños. Y después de dos años y medio, me he dado cuenta de que lo que recibo es mucho más de lo que doy. Os animo a todos a probar experiencias como esta”
Yaiza Rubio, antigua alumna y actual responsable de la escuela de la Paz de Bendito. 

Magníficat supuso para mi un abrir los ojos a realidades paralelas que existen en el mundo, de las que normalmente no nos damos cuenta. Me aportó valores y personas que guardo con mucho cariño en mi corazón”. 
Andrea Caballero, 2 Bachillerato 

”Me encanta ir a Magníficat porque cuando voy allí disfruto ayudando a los niños y pasando la mañana con ellos”. 
María Avilés, 1 bachillerato. 
Reyes Magos .Navidad 2018. Centro de Educación Especial Ponce de León.
”Una experiencia enriquecedora en la Ludoteca de Pan Bendito. Niños con ganas de aprender, pero también de divertirse. Muy entrañables, cariñosos y agradecidos. Es cierto eso de que en un voluntariado recibes más de lo que das”.
David Abalo, profesor del colegio y voluntario acompañante. 

”Una experiencia educativa de primer orden, todavía voluntaria, aunque en un currículo maduro sea absolutamente imprescindible. La solidaridad adulta se despierta en este tipo de iniciativas que animan el compromiso con el otro, especialmente el que necesita. Y los jóvenes, una vez vividas y pensadas a fondo las horas de su tiempo que entregan, se dan cuenta y debemos decirlo bien alto y muy felices educativamente, que les aporta a ellos y su crecimiento personal mucho más de lo que ellos ponen en juego. Gracias a quienes lo hacen posible integrando personas y acercándolas, por superar unos muros educativos que en nada ayudan a la escuela ni al entorno en el que vive”. 
José Fernando Juan Santos, profesor religión 1 Bachillerato

Entradas populares