AMORÓS EN FAMILIA

Estamos de cumpleaños. Hace 75 años, en el barrio madrileño de Carabanchel Alto la compañía de María fundó nuestro colegio, utilizando el antiguo palacio de Godoy para albergar sus aulas. Estos marianistas tenían una idea, la de llevar la educación a todo el mundo. Pero Amorós no es solo el dar clase de matemáticas cada mañana. Es mucho más, es un sentimiento.
Aún recuerdo las historias que me contaba mi abuelo sobre cómo era el cole hace unos 60 años. En aquella época aún no habían construido la zona de la Peseta ni el PAU. Era todo campo. En ese tiempo solo había chicos en las aulas, que eran las dos casitas que hay a la entrada de Joaquín Turina. Mucho más tarde las mujeres entraron en BUP y COU, pasó a ser mixto en el 74,  el año que nació uno de mis tíos.
Mi abuelo me contaba que en los recreos le encantaba ir con sus amigos al gallinero del cole y ver las gallinas, que luego pasó a ser el gimnasio hasta que por fin hicieron el polideportivo. 
Unos años más tarde entró mi padre a estudiar, y tampoco había cambiado mucho el cole. Los de BUP y COU, los viernes se iban a bailar a la discoteca del cole; es decir, el local que está debajo del salón de actos, que, por cierto, en aquella época era el cine del barrio y mis padres iban a ver las pelis que se estrenaban con la bolsa de palomitas. ¡Sería divertido volver a tener un local! En verano se abría la piscina que estaba al lado de la pradera y había un quiosco con barbacoa donde se reunían las familias del cole. También en aquella época se jugaba al fútbol en el campo de tierra hasta que llegó el Atlético de Madrid,  que hizo un campo de fútbol de hierba donde estaba un campo de patatas, que también servía para jugar al rugby. 
Como veis, el cole ha cambiado bastante. Ahora tenemos ordenadores, un polideportivo y un enorme campo de hierba, incluso un huerto. Pero hay una cosa que no ha cambiado: el espíritu. Da igual que pasen 75 años o 200 que esa ilusión seguirá perdurando con el tiempo. La ilusión de empezar un nuevo día y descubrir y aprender nuevas cosas. La alegría de estar con tus amigos charlando en el patio o haciendo un trabajo en clase. Porque lo bueno que tiene Amorós es que fomenta el compañerismo entre todos.
Y en eso consiste este cumpleaños, en conocer a todos los integrantes de esta gran familia que es Amorós. Desde la charlas que nos van a dar antiguos alumnos como el Hombre de Negro, Juan Luis Cano de Gomaespuma, Pedro Simón… a las actividades deportivas, como las Olimpiadas, y todo ello para fomentar el compañerismo entre los que estudiaron en el pasado y los que están estudiando ahora.
Permitidme ponerme nostálgico, porque este es mi último año en el cole y, al mirar hacia atrás, veo lo grande que me ha hecho Amorós y lo que he crecido como persona en esta gran familia. He conocido a gente maravillosa que ha estado allí siempre, tanto en lo bueno como en lo malo. He conocido a verdaderos profesionales que me han formado para el futuro. Y por todo lo que me has dado, te digo:
¡Gracias, Amorós! ¡Y feliz cumpleaños!

Paco García Rosa. 
Alumno de 2º de bachillerato. Hijo, sobrino y nieto de antiguos alumnos.



Entradas populares