EL AYER Y EL HOY DE LA EDUCACIÓN
La educación, motor de cambio, pero no por eso exenta de ellos.
Los años también han pasado por las aulas, las que una vez pudieron ser salas llenas de niños de distintas edades, todos mezclados, han dado lugar a los pupitres que hoy conocemos.
Echando la vista atrás volvemos a cuando saber escribir y leer era un privilegio; más tarde, a las lecciones a golpe de regla y, hace no tanto, a la convivencia de libros y tecnología. Todo avanza para garantizar un futuro lo más positivo posible, y, aun así, hay algo que no cambia, ya que las aulas son y seguirán siendo cada día ese lugar donde se reinventa la enseñanza para tratar de llegar con ella a los más jóvenes.
Es largo el camino recorrido para estar donde estamos, aunque está claro que aún queda mucho por mejorar y aprender. La educación nos ayuda a crecer y evoluciona con nosotros.
Gracias a ella, ¿hasta dónde podremos llegar?Los años también han pasado por las aulas, las que una vez pudieron ser salas llenas de niños de distintas edades, todos mezclados, han dado lugar a los pupitres que hoy conocemos.
Echando la vista atrás volvemos a cuando saber escribir y leer era un privilegio; más tarde, a las lecciones a golpe de regla y, hace no tanto, a la convivencia de libros y tecnología. Todo avanza para garantizar un futuro lo más positivo posible, y, aun así, hay algo que no cambia, ya que las aulas son y seguirán siendo cada día ese lugar donde se reinventa la enseñanza para tratar de llegar con ella a los más jóvenes.
Es largo el camino recorrido para estar donde estamos, aunque está claro que aún queda mucho por mejorar y aprender. La educación nos ayuda a crecer y evoluciona con nosotros.
Celia Martínez Paredes, alumna de 4°A de la ESO
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| Alumnos, sólo varones, trabajando en el colegio Amorós. |
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Alumnos y alumnas, en menor número que en los 70, trabajando
en el colegio Amorós.
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